diumenge, 1 de juny del 2008

XIX Missa d'en Roger

Roger estaba apunto de empezar el sermón del domingo cuando sonaron las campanas de la Santa Catedral de Lleida

DING, DONG, DING, DONG

El cura tomó aire y empezó;

Hijos míos,

Hoy hablaré de San Valentino.

San Valentino vivía en el tercer siglo después del nacimiento de nuestro profeta.
Era sacerdote aristotélico en Roma y ejercía des de hace muchos años.

En 268, llegó a la cabeza del Imperio Romano un nuevo Emperador denominado Claudius II. Entonces, este militar duro y pagano, promulgó una ley inicua y bárbara, con pretexto de cuidar de las fuerzas vivas de los jóvenes en edad de combatir, les había prohibido el matrimonio.

El sacerdote Valentino había acatado dicha orden. En efecto, abiertamente se burlaba del edicto imperial casando con toda la normalidad del mundo todos los jóvenes que se lo pedían, su iglesia era invadida por parejas de enamorados.

El emperador Caludius ordenó que acudiera Valentino.
Él le preguntó "¿Que es esto, Valentino? ¿ Por qué no obedeces mi orden? "

Valentino respondió:


" El hombre y la mujer unidos por un amor puro y desinteresado deben estar casados, porque, por el matrimonio, que es uno de los sacramentos divino, es Dios mismo, fuente de todo amor, que es glorificado. Pidiéndome renunciar a casar a los que se quieren, me haces ir contra Dios, y me opongo a eso.
Si conocieras la gracia de Dios, jamás hablarías así, sino renunciarías a los ídolos para adorar al verdadero Dios que está en el sol. "


El emperador llamó a uno de sus oficiales más crueles, llamado Astérius, y le ordenó llevar a Valentino fuera de las paredes de la ciudad con el fin de decapitarle.

Sin embargo, Astérius le había prometido a su esposa que pasaría la tarde en familia. ¡Si no volvía rápidamente, la mujer iba a imaginar muchas cosas!

Se decidió a llevar Valentino en su casa y ocuparse de su suplicio el día siguiente.

Pero cuando Valentino hubo entrado en la casa de este hombre, dijo :

"Dios Nuestro Señor, usted que es la luz verdadera, alumbre esta casa, con el fin de que sea reconocido a eso como el verdadero Dios."

El oficial sorprendido le dijo :

"Me asombra oírte decir que tu Dios es la luz. Si mi hija, que es ciega desde hace tiempo, recubre la vista, y haré todo lo que me mandarás."

La joven chica pues fue llevada a Valentino, que, poniéndole la mano sobre los ojos, rezó:

" Dios Creativo de toda cosa, permite a este niña poder contemplar lo que es la belleza de Tu creación, porque las cosas son copias de las Ideas. "

A estas palabras, ella recibió en seguida la vista, y Astérius y su mujer, arrodillando se a los pies de su bienhechor, lo suplicaron, ya que habían obtenido por su favor el conocimiento del Dios verdadero, de decirles lo que debían hacer para salvarse. El Santo les mandó quebrantar a todos los ídolos que tenían, de perdonarles a todos a los que los habían ofendido, y por fin de hacerse bautizar, asegurándoles que, por este medio, serían salvados.

Astérius hizo todo lo que le había sido mandado, libró Aristotélicos que tenía presos, y fue bautizado con toda su familia, cuarenta y seis personas.
Valentino que entabló amistad con la chica de Astérius le ofreció hojas que recordaban la forma de un corazón que firmó: de tu Valentino.



Desgraciadamente, el emperador, advertido de este cambio, temió una sedición en Roma, e hizo agarrar a Astérius y todos los que habían sido bautizados, y les hizo matar por diversos tipos de tormentos.

Valentin fue pegado con palos y finalmente decapitado sobre la vía Flaminiena el 14 de febrero del año 270.




El Emperador Claudius fue castigado por Dios por esta matanza, y murió de la peste desde el agosto siguiente.

He aquí hijos míos, la bella historia de este Santo que murió en mártir porque su fe era más importante con sus ojos que su propia vida.


Y para terminar, queridos hijos, recemos todos juntos;

"Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.
"



Amén.

Hijos, os espero el próximo domingo. Hasta el momento, que Dios Nuestro Señor os guarde de las fauces del Maligno y os guíe por el buen camino.