Roger estaba apunto de empezar el sermón del domingo cuando sonaron las campanas de la Santa Catedral de Lleida
DING, DONG, DING, DONG
El cura tomó aire y empezó;
Queridos creyentes,
Este domingo me gustaría hablar de el orgullo. Existen muchas cosas de las cuales debemos estar orgullosos. Nuestra familia, nuestra tierra, nuestros amigos y hasta nosotros mismos.
Sin embargo, cuando haces que éste orgullo sea solamente personal, se comete un error. Cuando dices que tu reino es mejor que el otro o que tu familia es mejor que la otra,ya el orgullo se a convertido en pecado. Ya que de esos simples pensamientos empiezan las guerras de rivalidad entre familias.
A mi me hace feliz oír a un catalán diciendo que está orgulloso de vivir en el Principat de Catalunya. Pero me hace aun más feliz oír a un catalán diciendo que está orgulloso de vivir en Catalunya y de que Francia esté al lado. Y de que tengamos tratados con Inglaterra, Portugal, Holanda, etc
Y para terminar el sermón, recemos todos juntos;
"Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.
Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.
Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.
Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna."
Amén.
Hijos, os espero el próximo domingo. Hasta el momento, que Dios Nuestro Señor os guarde de las fauces del Maligno y os guíe por el buen camino.
diumenge, 2 de novembre del 2008
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