diumenge, 2 de novembre del 2008

XXX missa d'en Roger

Roger estaba apunto de empezar el sermón del domingo cuando sonaron las campanas de la Santa Catedral de Lleida

DING, DONG, DING, DONG

El cura tomó aire y empezó;

Hijos, desgraciados e infortuitos hechos han acontecido en tierras muy cercanas a nuestro Principat.
Un grupo de bandoleros, vagos y maleantes han asaltado el castillo de Llenguadoc, tomando así las riendas del condado de manera ilícita y cruel, atribuyéndose a ellos mismos todo el dinero que se hallaba allí, grandes, grandiosas cantidades, arruinando a nuestros vecinos y dejando en quiebra al condado, dejando en quiebra a los que nos ayudaron ya hace tiempo cuando nosotros lo necesitábamos, a buenos aristotélicos y creyentes que promulgan la fe y trabajan para sembrar la paz y la bonanza.
Sin embargo, en estos lares son fáciles de corromper las almas de los más débiles con suculentas promesas, sometidos a la avaricia y al afán de conseguir más y más y más.

Esto, queridos fieles míos, lo que hace es alimentar al a criatura sin nombre y fortalecerla, dándole motivos y fuerza para seguir corrompiendo y sembrando el mal y la discordia, penando así a los menos culpables que no se merecen ser victimas de las ansias de poder y maldad de algunos.

Hijos, tenemos que ir con cuidado, dicen que algunos de los bandidos están en nuestro Principado. Tenemos que ir con sumo cuidado, avisar a las autoridades de cualquier sospecha o acontecimiento extraño y sobretodo, no caer en los planes de ese tipo de gente y no dejarnos llevar por falsas promesas y mentiras, ya que, la felicidad y la estabilidad no se consigue con dinero ni bienes personales, no hijos míos, no, sino a base de esfuerzo, sacrificio y honradez, honradez y humildad, eso es lo que nos hace crecer y seguir adelante.

Y para terminar el sermón, recemos todos juntos;

"Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.
"



Amén.

Hijos, os espero el próximo domingo. Hasta el momento, que Dios Nuestro Señor os guarde de las fauces del Maligno y os guíe por el buen camino.