diumenge, 18 de maig del 2008

XII Missa d'en Roger

Roger estaba apunto de empezar el sermón del domingo cuando sonaron las campanas de la Santa Catedral de Lleida

DING, DONG, DING, DONG

El cura tomó aire y empezó;

Hijos e hijas, el amor sigue reinando en Lleida. Cada día que pasa mas y mas personas se están declarando su amor. Pero lo mejor es que e notado que se esta expandiendo a los otros pueblo. (no tanto, pero algo)
Es por eso que les quiere leer algo.

Dom Roger de Gràcia abrió el Dogma y dijo:

" Natchiachia vertió el vino en la taza de Cristo, y le preguntó: "profesor, estoy en dolor con un tormento profundo del corazón. Quisiera seguirle en su lección, pero amo a un hombre que vive aquí llamado Yhonny, yo lo amo con un amor puro, brillante como el diamante... ¿Qué dice Aristóteles sobre esta pregunta y qué debo hacer? "

" Cristo le contestó: "cuando dos seres comparten un amor puro y desean perpetuar nuestra especie por la procreación, Dios les permite que, por el sacramento del matrimonio, vivan su amor. Este amor tan puro, lleno de virtud, glorifica a dios, porque él es amor y el amor por el cual la humanidad existe es el homenaje más hermoso que se le puede hacer. Pero, como el bautismo, el matrimonio es una comisión para la vida, Natchiachia, selecciona juiciosamente, porque cuando usted y Yhonny se hayan casado, usted no podrá jamás retirarse de él "

¿Reconocéis estos párrafos? Son los que se dicen antes de comenzar la ceremonia matrimonial.

Y creo que pueden ver porque fueron elegidos para dicha ceremonia. ¿Que forma es mas eficiente para enseñarle al Señor que su amor aun vive?

Es por esto que considero el matrimonio la ceremonia más importante en la Iglesia Aristotélica.

Se debe estar muy seguro antes de tomar esta importante decisión, estar seguro de que te juntas con la persona que verdaderamente amas por encima de todo y de todos, estar seguro de que serás capaz de cumplir con todo lo que el matrimonio conlleva.

Hijos, no tengáis prisa, haced las cosas con calma y serenidad, y entonces elegiréis debidamente.

Y para terminar el sermón, recemos juntos;


Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.



Amén.

Hijos, os espero el próximo domingo. Hasta el momento, que Dios Nuestro Señor os guarde de las fauces del Maligno y os guíe por el buen camino.