diumenge, 18 de maig del 2008

XV Missa d'en Roger

Roger estaba apunto de empezar el sermón del domingo cuando sonaron las campanas de la Santa Catedral de Lleida

DING, DONG, DING, DONG

El cura tomó aire y empezó;

Hijos, después de estar dos días en Barcelona celebrando la fiesta del Barón de Malpertuis, podemos sacar varias conclusiones.

Que la nobleza de nuestra Corona es bondadosa y amigable, que no tienen problema alguno en invitar el campesinado a sus fiestas, ni darles de comer sin esperar nada a cambio.
Son momentos de felicidad, la gente se distrae y olvida su ajetreada vida, olvida sus deberes, sus obligaciones, consiguen quitarse la cadena, durante unas horas, que les liga constantemente al campo o a sus talleres mientras que disfrutan comiendo y bebiendo, charlando durante horas y horas, aun que de asuntos estúpidos y sin ser conocedores de ellos.
Juegan al tiro en arco, los trovadores recitan poesías, y observan como unos cuantos caballeros se baten en combate en busca de la victoria y de aumentar su honor entre el pueblo.

Esto es bueno, hijos míos, ya que no todo es trabajar y trabajar, también hay placeres de la vida, que sin abuso, siempre son bueno y que debemos tomar.

Debemos estar agradecidos y dar gracias a Dios.


Y para terminar el sermón, recemos juntos;

Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna
.



Amén.

Hijos, os espero el próximo domingo. Hasta el momento, que Dios Nuestro Señor os guarde de las fauces del Maligno y os guíe por el buen camino.