diumenge, 18 de maig del 2008

I Missa d'en Roger

1ª Missa, Domingo Ago 19, 1455

Hoy es mi primera misa como diacono, y no quiero hablar sobre nuestra ciudad en la que vivimos, sino de una ciudad concreta de nuestro condado, de nuestro reino, quiero que escuchéis con atención y que os fijéis en lo que os vaya a decir, esta ciudad ha pasado y esta pasando por malos momentos,¿porque hijos míos?¿porque esta sucediendo esto?, por la avaricia, por la envidia, por que a algunas personas el poder les corrompe, se dejan llevar por el maligno. Por eso, he decidido hablaros sobre esto, porque cuando una persona opta y accede a un cargo político, debe de ser por el bien del pueblo, de sus ciudadanos, y no por su provecho mutuo.



La voz dulce de la criatura sin nombre dicho a Cristos:

"¡ Ve esta bella ciudad, y contempla su riqueza! Si quisieras, podrías hacerte el alcalde, con los talentos que posees. Porque de verdad, fuiste capaz de ayunar durante todos estos días, así como de resistir al cansancio y a las mujeres; ¡ tu fuerza de carácter podría llevarte muy alto! "


Entonces Cristos le respondió, sin encolerizarse:

“Vas tú, Espíritu maligno, que quiere perderme en el orgullo, la envidia y la avaricia. Resistiría también a estos pecados allí, porque es pequeño, el que cede sus impulsiones. "

¿Veis hijos míos? aristotélicos míos, de nuestro Altísimo, el maligno corrompe el alma de muchas personas al acceder al poder político, y no conseguir así el bien común, sino el mutuo propio


Debéis hijos míos, buscar el bienestar y no dejar que se os corrompa el alma, ayudar al prójimo, a la ciudad, al condado en si, a todo el reino.

Como así no dejar que los desafíos políticos corrompan el alma de el no elegido por votación publica, sino seguir al lado de la otra persona y ayudarla en todo lo posible para que siga por el bien camino, y no dejarse llevar por el maligno.

No sirve de nada pelearse por la envidia de no ser el elegido, se tiene que aceptar y colaborar con el elegido, criticarlo pero nunca atacarlo, darle consejos pero nunca faltar el respeto.

Como lo escribió nuestro profeta Aristoteles:


"Ves, el hombre hace el bien sólo plenamente integrándose en la ciudad, participando en la politéïa, y haciendo todo su posible para mantener la armonía."


Por la criatura sin nombre, solo siguiendo los pasos que bien nos marca nuestro profeta, conseguiremos mantener una estabilidad global, por el bien de todos.
Del quien vota, del quien sube al poder, de quien se queda fuera de ello, de todos, de todos los ciudadanos.

Y por acabar, recemos todos juntos hermanos:


Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatos,
Morir como martir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina;
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.



Amén